¿Mezcla analógica o Mezcla Digital?
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¿Mezcla Analógica o Digital?

Mezcla analógica o digital
5
Sep

¿Mezcla Analógica o Digital?

¿Mezcla Analógica o Digital?

La eterna pregunta para los que trabajamos el sonido, ¿mezcla analógica o digital? Dentro del curso Estudios Superiores de Grabación y Técnicas de Estudio 2016 uno de los proyectos extra fue mezclar un mismo tema en sistema digital en Pro Tools In the Box y en un sistema analógico, con nuestra mesa analógica SSL 6000E o con la Neve Genesys, y sacar conclusiones al respecto. Éstas opiniones son muy válidas ya que provienen de alumnos que no tienen vicios de trabajo, tienen la mente fresca y evalúan de una forma crítica ambos sistemas.

Estas son las conclusiones de algunos de nuestros alumnos a la pregunta ¿mezcla analógica o digital?:

Pau Crespo

il Cavaliere Mascherato”:

Lucas Cases

Raúl Llopis

Nicolás Lopez

Santiago Serrano

Antonio Andreu Lorente

MEZCLA ANALÓGICA:

Análisis del sistema de mezcla

En cuánto a la mezcla en sí, la SSL da la sensación de que tiene un embudo de señal muy grande, y eso permite apretar mucho la mezcla y que empaste, jugando con muchísimo rango dinámico. La SSL no tiene Recall por lo que las sesiones de mezcla han de realizarse en un corto periodo de tiempo y sabiendo que nadie más va a usar la mesa, para no tocar EQ’s, dinámicas, faders de volúmenes, panoramas, ganancias, insertos, etc.

Para poder insertar compresores o ecualizadores analógicos externos en una pista de la SSL, hay que pachear el CUE SEND del canal que queremos atacar a la entrada del compresor en cuestión y la salida del compresor al CUE INSERT del mismo canal. Luego simplemente hay que apretar en la sección de EQ del canal un botón llamado IN para poder escuchar el inserto.

Los ecualizadores de la mesa van muy finos y con poco tocar da la sensación de que “todo suena bien”. Los knobs son muy precisos y el efecto que producen es muy amable. Por ejemplo, se agradece poder ecualizar los TOMS con el conocido Channel Strip de la SSL, pues cogen mucho cuerpo dándole graves, pero sin molestar. Lo mismo ocurre con los compresores de la mesa, van muy finos y cumplen su cometida. Por ejemplo, para controlar los golpes de la caja van muy bien, ya que sin pasarse demasiado cogen muy bien los transitorios y logras manejar el flujo de los golpes.

Por último cabe destacar las escuchas Genelec 1038. Logran sacar unos graves definidos y muy potentes, sin descuidar los agudos bonitos.

No destacaría ningún aspecto negativo sobre mezclar en la SSL. Tal vez se agradecería que tuviese sistema de Recall funcional, aunque como ya hemos apuntado, lo normal es realizar una mezcla en una o dos sesiones, por lo que tampoco afecta mucho en este sentido.

Cabe destacar el famoso compresor de bus Master de la SSL, que es de gran ayuda en las mezclas. Aporta esa potencia y pegada que a veces se busca, sobretodo para lograr grandes baterías, aunque hay que tener mucho cuidado al usarlo, pues desde el principio estás mezclando contra el compresor y eso requiere un ajuste muy suave de los parámetros del mismo. En mi caso la mezcla final en algún momento da la sensación de “bombeo”, al tener los platos y el bajo muy presentes, por eso hay que saber controlarlo.

MEZCLA DIGITAL:

Análisis del sistema de mezcla

En esta pista podemos insertar un bus Master SSL del que antes hemos hablado, pero en versión plugin. Jugamos también en contra del compresor, es decir, que su ajuste debe ser bueno para que no nos arruine la mezcla.

En cuanto a aspectos positivos se refiere, cabe destacar el sistema Recall total de Pro Tools. En todo momento la sesión está guardada debidamente y podemos abrirla dentro de un tiempo y los settings no habrán cambiado. Es mucho más versátil la mezcla In the box, pues te da la opción de jugar con multitud de plugins y pistas auxiliares, y físicamente en la SSL estás limitado por el número de canales, recurriendo más de una vez a agrupar guitarras u otro grupo de instrumentos en una sola pista. Los insertos son muy manejables con los plugins y también podemos salvar los parámetros de estos, para abrirlos en otra sesión, o incluso comparar entre dos settings de un plugin, con el uso de A-B.

Como aspecto negativo destacaría que -a mi gusto- no es comparable el resultado de un plugin con el de cualquier procesado analógico. Esa calidez de la que se habla sobre el mundo analógico es totalmente cierta. Cierto es también que los plugins logran un resultado más que bueno e inimaginable que hace tan solo unos años atrás, pero al fin y al cabo estamos ante la imitación de un aparato que se rige por señales y tensiones eléctricas frente a un sinfín de números ordenados mediante algoritmos matemáticos, así que el resultado difícilmente podrá ser igual, aunque sí muy similar.

CONCLUSIONES:

Así pues, comparando ambas mezclas, sacamos las siguientes conclusiones:

El bus Master de la SSL y la compresión paralela de la mezcla analógica, hace que el bombo (doble pedal) esté muy enfrente de la mezcla. Por contra, las escuchas Genelec 1038 dan muy buen resultado en frecuencias bajas, pero eso también puede haber hecho que el bajo esté poco presente en la mezcla hecha en la SSL.

La mezcla en digital suena más nítida, precisa y agradable, tiene más inteligibilidad. No obstante, no tiene la fuerza de las guitarras eléctricas pasadas por la SSL, ni el bus Master apretando unos cuantos dB’s.

El calor analógico se nota y puede ser de nuestro agrado o no. En cuanto a este aspecto hay quien prefiere la mezcla analógica por su calidez y tacto con la mesa, ya que tampoco hay color entre poder mezclar con faders físicos a faders virtuales en Pro Tools, con mucha más precisión pero mucho menos tacto también.

Finalmente, podríamos decir que la mezcla digital ha tenido aspectos más positivos frente a la mezcla analógica. Eso no quiere decir que sea mejor, pues esta es la eterna discusión. Personalmente me quedo con el sistema de mezcla analógico, por el flujo de trabajo, el enrutamiento de señales mediante el patch, el tacto con los faders y su sensibilidad pero eso sí, para sacar buenos resultados tú debes tener el control sobre la mesa y que la mesa no te controle a ti.

Mezclando el mismo tema en analógico y en digital, he podido darme cuenta de los aspectos positivos y negativos de cada uno. Para empezar hablaría sobre la comodidad de cada sistema: en general el digital es mucho más cómodo a la hora de gestionar proyectos y flujos de trabajo, y la posibilidad de poder retomar una mezcla en cualquier momento es una gran ventaja para los mixers a día de hoy.

En cambio a la hora de mezclar con una mesa como la SSL, tienes la posibilidad de «ver» tu propio proyecto delante de ti y poder «tocarlo» con las manos; ecualizar, comprimir o mover volúmenes con dos manos a la vez, para que todo te encaje (o por lo menos intentarlo…) es algo que nunca había probado y ha sido sin duda la parte más divertida del proyecto. En digital no se puede conseguir lo mismo si no se tiene una buena controladora, en este caso el proceso de mezcla me ha parecido más frío e insensible a la hora de poder controlar sólo el ratón.

En cuanto al sonido las diferencias también se notan bastante, todo lo analógico me da la sensación de que puedes forzarlo hasta que quieras, llegar al límite, y si lo superas, incluso puede gustarte más. En digital la sensación es que llegado al límite todo lo que lo sobrepasa suena mal, más duro e «inflexible».

Después de la comparación he podido cambiar o confirmar algunas de las diferencias que creía que existían entre analógico y digital. Aunque un buen técnico de sonido pueda hacer un buen trabajo tanto en analógico como en digital siempre habrá una sutil diferencia.

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Antes de empezar el Máster en Millenia nunca había oído hablar de las mezclas ITB Y OTB. Para mi, teniendo en cuenta las experiencias que había tenido como “oyente” en algunas mezclas, una mezcla era un proceso donde se mezclaban los poderes del audio digital y el audio analógico dando lugar al concepto de “mezcla híbrida” (concepto cuyo nombre también aprendí en Millenia).

De la mezcla híbrida hablaremos en las conclusiones de esta redacción. Nos vamos a centrar ahora en las características de la mezcla digital y de la mezcla analógica, porque se puede mezclar totalmente en digital y totalmente en analógico con las ventajas e inconvenientes de cada proceso.

Cabe decir que desde el inicio del audio digital, por lo que he podido estudiar, siempre ha habido una fuerte controversia entre los detractores de éste y los que estaban a favor de la implementación de este nuevo mundo. La opinión de los detractores del audio digital es que a éste le faltaba “chispa”, digamos que en su opinión el audio digital sonaba como más “muerto”, en comparación con el sonido analógico, y parece que no les faltaba razón.

Ha pasado el tiempo, y podemos decir que el audio digital ha evolucionado mucho y muy a su favor. Aunque la opinión de que el audio digital sigue sonando más “muerto” que el analógico no se ha extinguido, no cabe duda de que estamos a muchos kilómetros de distancia de la calidad del audio digital en sus orígenes. Por esta razón cada uno sacará sus propias conclusiones que favorecerán el sistema que más le convenga.

MEZCLA ITB (DIGITAL)

Cuando hablamos de mezclas ITB (In the Box), nos referimos a mezclas realizadas solamente en el mundo digital (plugins, instrumentos virtuales…). Después de haber experimentado con este sistema, estas son mis conclusiones:

Si hablamos de las ventajas que tiene este sistema, una de ellas sería la facilidad de la preparación para iniciar una mezcla. Aquí, una vez tienes todo bien configurado (monitores, I/O…), sólo tienes que arrancar Pro Tools o cualquier otro secuenciador y ponerte manos a la obra, con lo cual la rapidez y simplificación del proceso se acentúa mucho. Otra ventaja que he podido experimentar es la no existencia de ruido, en comparación con el sistema analógico, el poco ruido que podemos oír puede ser procedente de la fase de mezcla. Otra de las ventajas, y bastante importante, es la posibilidad de realizar cambios sobre la mezcla sin temor alguno, puesto que con sólo un atajo de teclado siempre podremos volver hacia atrás si dichos cambios no nos convencen.

El factor económico también adquiere gran importancia en el mundo digital, podemos utilizar los plugins tantas veces que queramos y en todas las pistas que queramos. Un ejemplo serían los plugins que emulan los compresores CLA-2A o el 1176, en el sistema digital podemos utilizar estos plugins “tantas veces” como queramos, en el sistema analógico hacer esto sería un coste económico muy elevado. La fase de automatización de una mezcla adquiere una importancia mucho mayor en el sistema digital, ya que los secuenciadores permiten una automatización de casi todo y a un nivel “sencillo”, no digo que en las mezcla OTB no se pueda automatizar, pero se entiende que el proceso resulta mucho más lento y complicado. Por último, hablaré de la posibilidad de realizar en las mezclas ITB, “Import Session Data”, esto es la posibilidad de importar los datos de otra sesión, lo que agiliza mucho el proceso si nos disponemos a mezclar varios temas de un mismo álbum donde generalmente las mezclas se van a parecer.

Si hablamos ahora de los inconvenientes, el primero que voy a remarcar es el tema del sonido. No voy a andarme con rodeos en este tema, y creo que mi capacidad y entrenamiento auditivo no son suficientes para meterme en un debate sobre sonido analógico y digital, tampoco quiero decir que uno suene mejor que otro, pero sí que estoy seguro de que después de haber experimentado con ambas mezclas el sonido analógico “me gusta” más. Realmente, siempre he estado un poco en contra de las posibilidades y “engaños” que nos ofrece el mundo digital. Como en Photoshop, podemos utilizar plugins para blanquear los dientes o quitar arrugas, en Pro Tools u otros secuenciadores nos encontramos con plugins (como compresores) que manejan tiempos (ataque, release…) que se escapan a lo que el oído humano puede percibir (a esto me refiero con los engaños). Creo que también puede ser un inconveniente que en el mundo digital tenemos muchas posibilidades y muchos caminos que escoger (a modo de plugins), lo que nos puede llevar a despistes y descentrarnos en lo que realmente queremos en la mezcla, lo que puede ralentizar el proceso, sobre todo si acabas de empezar en este mundo y no tienes el conocimiento suficiente para saber la calidad y comportamiento de los plugins, secuenciadores… por lo tanto la mezcla OTB puede resultar más sencilla. Como técnicos de sonido que somos, nuestra herramienta principal es el oído, y para los novatos como yo en este mundo, pienso que el mundo digital puede a veces ser peligroso porque en ciertos casos puede pasar que el oído pase a un segundo plano y que prestemos más atención “visualmente”.

A modo de conclusión diré que la implantación del sonido digital ha abaratado mucho esta profesión (a nivel de mezcla). Hoy en día, cualquiera que tenga conocimientos de sonido, un puñado de plugins, un buen ordenador…puede realizar mezclas, en mi opinión esto se traduce en una disminución de la calidad de las éstas (en términos de promedio).

MEZCLA OTB (ANALÓGICA)

Al igual que el audio digital, el audio analógico ha experimentado una evolución a lo largo del tiempo. Esta evolución está estrechamente relacionada con las mejoras que han sufrido las mesas de mezclas analógicas con la aparición de ecualizadores, compresores…en los canales de las mesas, faders motorizados, posibilidad de hacer recall…

El audio analógico tiene una serie de características que lo hacen único. Una de ellas es el ruido que produce (que en algunos casos puede ser beneficioso), la distorsión que también puede ser deseable debido a que como cada canal puede presentar una distorsión diferente, se consigue una mayor amplitud del campo estéreo. También cabe destacar el headroom que soportan los dispositivos analógicos antes de llegar a la distorsión.

Si hablo de mi experiencia en este sistema de mezcla, lo primero que me viene a la cabeza es el profundo respeto que le tenía a la SSL cuando me senté delante de ella por primera vez para hacer la mezcla y como ese respeto se fue transformando en divertimento conforme avanzaba en mi trabajo. Y es que, claro, cuando te pones delante de una mesa así y de un patch que hasta hace mucho tiempo no sabías muy bien por donde cogerlo, la primera sensación es de “venga tio…¿por dónde empiezo?”.

Centrándome ahora en las ventajas que he podido observar de la mezcla analógica, una de ellas es el comportamiento musical de los dispositivos analógicos, esto está relacionado con lo que comentaba anteriormente acerca de los valores que manejan los parámetros de ciertos plugins (tiempos de los compresores…). Como dije anteriormente, cuando me senté frente a la SSL uno de mis pensamientos era que iba a tardar más tiempo en hacer la mezcla que el tiempo que tardé en hacerla en digital, pero el no disponer de tantos caminos y posibilidades como en la mezcla ITB hace que “vayamos directos al grano”, que reduzcamos mucho el número de procesos y que por tanto simplifiquemos la mezcla. Como también mencioné anteriormente el hecho de no utilizar plugins hace que en este sistema el oído sea nuestra herramienta principal para poder comprobar qué estamos haciendo con cada parámetro que tocamos por lo que se refuerza el entrenamiento auditivo. Y por último voy a resaltar la ventaja del sonido analógico, como novato que soy, aún tengo el oído bastante atrofiado y mentiría si dijera que puedo diferenciar perfectamente entre una mezcla analógica y una digital, pero mi experiencia sí que me permite opinar que el sonido analógico tiene algo que el digital no tiene, ¿el qué?, no lo sé con certeza, ¿la naturalidad?…seguiré instruyendo mi oído para saberlo, lo que sé es que después de haber escuchado la mezcla me gusta más el sonido que he conseguido en la analógica que en la digital.

Si hablamos de los inconvenientes, sinceramente con la única experiencia que tengo con la mezcla OTB pues se me ocurren pocos o ningún inconveniente a destacar, tan solo el tiempo que tardas en configurar la mesa y el patch para el inicio de la mezcla. No es nuestro caso, porque en esta ocasión a cada uno se nos asignó un día y medio de mezcla y con eso fue suficiente para mezclar el tema, además nadie “toqueteó” la mesa hasta que no acabamos de mezclar, pero en ocasiones esto no es así y la posibilidad de hacer recall en el sistema OTB es posible, aunque puede llegar a consumir mucho tiempo (hacer fotos…). Por último mencionar que la fase de automatización de la mezcla resulta más complicada y tediosa que en los sistemas ITB.

A modo de conclusión, y en mi humilde opinión, creo que el mejor sistema para mezclar actualmente es el modo híbrido, donde podemos combinar el poder de ambos mundos, el sonido cálido y natural y la simpleza a la hora de mezclar del mundo analógico y las infinitas posibilidades que nos ofrece el mundo digital.

En estas líneas voy a describir las principales diferencias y sensaciones que he experimentado en ambos procesos de mezcla. Antes de entrar en materia cabe destacar dos matices:

1.- Para ser “puristas” al 100% deberíamos de haber hecho ambas mezclas en la misma sala y mismas escuchas.

2.- Mis orejas todavía son demasiado punkis…

Por todos es sabido que existen diferencias muy notorias entre ambos mundos: el coste entre ambos, el recall para futuras modificaciones que sugiera el cliente o la diferencia del tiempo empleado para preparar settings de una sesión de mezcla entre otros.

Al escuchar la sesión de grabación pasada por los canales de la SSL la primera sensación que se tiene es que la realidad supera a la ficción.

En analógico todo es más creíble porque es real. Tenemos (al menos en mi caso) un bagaje musical adquirido desde la infancia en el que todos los sonidos interiorizados están producidos en analógico. Al utilizar la ecualización y compresión de la mesa consigues (salvando las distancias) un sonido que te recuerda al de esos discos, ese sonido que en su día ya se convirtió en standard. Aunque en digital se consigue una emulación muy cercana, los graves y la calidez analógica (al igual que en la suma) enseguida nos alertan de que no es exactamente lo mismo.

Un botón para cada cosa mola mucho. Hace que tanto el desarrollo en general como el resultado final sea más genuino, bohemio y romántico. Todo el proceso es más sonoro y menos visual (que fijar la atención a una pantalla durante todo el proceso).

Con respecto al workflow he notado una controversia a nivel personal. No es cierto que la mezcla ITB sea más rápida. Máyor posibilidad de retoque y como flujo sí, pero respecto al resultado final no.

Desde el momento que empezamos el proceso de grabación hay que tomar decisiones (elección de microfonía, posición, angulación, sonido amplificador, etc.). Lo mismo sucede en el proceso de mezcla. Pues bien, en la mezcla del tema ITB le he dedicado 2 sesiones de mezcla (una mañana entera y una tarde entera). El resultado no me gusta. Sin embargo la mezcla analógica está hecha con una sesión de 5 horas y el resultado es bastante mejor. La infinitas posibilidades y emulaciones de los plugins muchas veces te descentran de la mezcla. La opción del “y si…” te saca de la mezcla. En analógico el punto de partida inicial ya es mejor y además te obligas a tomar decisiones (para bien o para mal) que hacen evolucionar constantemente la mezcla.

Por último cabe destacar uno de los aspectos más relevantes en cuanto a las diferencias que he experimentado entre lo analógico y lo digital: la distorsión. Aquí radica una gran diferencia. La mezcla analógica adquiere un cariz y una compresión por la propia distorsión que le marcan un carácter a mi parecer inigualable en digital.

Como conclusión pienso que hay que abogar por la capacidad de adaptación a cualquier sistema y ser capaz de sacar lo mejor de él (eso requiere muchos km y horas de vuelo) pero yo me declaro fan de lo analógico. Si ya lo era, ahora más aún. Creo que marca un punto de distinción con respecto a las tendencias del mercado actual más que evidente. Aunque claro está, si el indio es bueno la flecha irá al sitio.

La mezcla ITB es más sencilla de armar, ahorrando tiempo en este sentido. Las opciones son prácticamente infinitas, pudiendo duplicar pistas, ecualizar hasta el infinito, utilizar tantos plugins como el ordenador aguante (o los dsp…). Pero esto que parece una ventaja, para mi se convirtió en un inconveniente. La consigna de «menos es más» a veces es cierta. Me perdí en seguida en buscar un sonido que tenia en mi cabeza, insertando plugin tras plugin, hasta haber filtrado hasta la saciedad cada pista. el resultado era satisfactorio, y reflejaba la idea que yo tenía, pero sonaba pequeño. Esto da rabia después de haber dedicado horas de escucha minuciosa y máxima concentración.

La metodología de trabajo la verdad no me divirtió en absoluto, trabajar con un ratón es quirúrgicamente frío, mirar constantemente la pantalla, bastante cansino. Pero hay enormes ventajas que sólo lo digital puede ofrecer, como el control z, poder guardar diferentes sesiones y recuperarlas a placer o poder comparar diferentes resultados de manera eficaz y rápida (alt k, etc…). Otra gran ventaja es la colocación de escucha. Siempre se está en la posición óptima de escucha sin tener que agacharse a mover tuercas, o apretar botones. Poder escuchar el resultado de girar la tuerca de un compresor eficazmente y en tiempo real es algo que eché mucho de menos de la mezcla OTB.

La mezcla OTB por otro lado ofrece una manera de trabajar más artesana, se utilizan más las manos, y es muy divertido acabar lleno de cables de patch y haberte perdido en el laberinto. Me gusta, es entretenido, y creo que pasarlo bien es importante para hacer bien cualquier trabajo creativo.

También me sorprendió lo fácil que es hacer sonar algo grande…. subes los faders y ahí está. Traté de limitarme a los canales de la mesa y al outboard disponible en lo que a dinámica y EQ se refiere, y esta limitación, para mi fue una gran ventaja. Pude concentrarme más amablemente en el equipo y confiar más en los aparatos, sin hacer cambios tan drásticos, dejando que todo sonase más natural. De repente, a mitad de mezcla me di cuenta que estaba tratando de hacer sonar la banda como si la tuviera delante de mi en ese momento.

La desventajas, aún así, son grandes. No poder deshacer ni volver atrás en una sesión casi hace que fastidiase mi proyecto final (¡sólo casi!). La laboriosidad no me parece una desventaja, al contrario, me gusta. Pero el tener que agacharme para ajustar los compresores, sí me fastidio bastante y entorpeció la labor.

Como añadido, he echado de menos grabar sin protools (me da igual en cinta, que en dat, que a disco duro), sin utilizar ordenadores. Creo que se minimizan más las opciones y esto puede ser interesante. El hecho de no poder hacerte un loop de escucha para ecualizar me parece que requiere un tipo de concentración diferente, y después de haber grabado en digital, entiendo más porque los discos de los 70 suenan de esa manera (ni mejor ni peor, sencillamente diferente) y como se ha llegado a la producción actual, a la sobre compresión, la tridimensionalidad y esas cosas. También creo que este tipo de grabación es más justa con el arte, ya que el no poder editar con tanta facilidad ni tener tanto control sobre el sonido reduce las competencias del productor estrictamente a la técnica de grabación y mezcla y no tanto a la manera de tocar o la inclusión de nuevas frases o instrumentos. Más tocar bien y menos magia de protools, vaya.

En definitiva ambas son experiencias diferentes cada una con sus pros y sus contras. Sólo espero tener mas oportunidades de explorar ambas posibilidades y seguir fantaseando con mi estudio ideal. Algún día lo construiré.

En sistemas analógicos no podemos obtener un recall sin embargo en digital sí, aunque a día de hoy existen mecanismos híbridos como el de la NEVE que nos permite hacer un recall de la mesa mediante un sistema digital integrado en ella.

Yo he tenido la ventaja de poder emplear el recall al mezclarlo en esta mesa, a diferencia de otros compañeros que han mezclado en la SSL, yo he podido hacer retoques de mezcla de última hora días después de que alguien utilizase la mesa, sin problema alguno gracias a este recall.

La suma analógica frente a la digital en mi opinión es más bonita, pero sigo pensando que la mezcla digital tiene más ventajas que inconvenientes para poder tener un sistema de trabajo con feedback con el cliente y más si el estudio está utilizándose por varias personas.

Mezcla Analógica

Ventajas: Como ventajas de la mezcla analógica podemos destacar la comodidad de estar escuchando cómo actúa algo mientras lo vamos modificando, o el poder modificar varios parámetros a la vez. También decir que desde los primeros tiempos siempre ha sido el método de trabajo hasta aparecer el digital. Además los circuitos internos de los propios aparatos le dan un color diferente al sonido que pasa por ellos.

Inconvenientes: Uno de los mayores inconvenientes a destacar sería, como en todos los aparatos, las roturas de algún componente o cable. Además otro inconveniente sería su alto coste de adquisición. Sin olvidarnos el tiempo de preparación para poder mezclar, es muy elevado.

Mezcla Digital:

Ventajas:  El económico precio de los plugins simulando los propios aparatos reales y la comodidad de preparación de la mezcla. Y como mayor ventaja destacamos la facilidad de recall en la mezcla ya que en analógico si no lo haces por stems es muy difícil.

Inconvenientes: Un inconveniente podríamos decir que es la frialdad del sonido obtenido y la limitación del trabajo.

 

Como has podido leer, cada uno tiene unas preferencias y una manera de trabajar idónea, pero debemos salir de nuestra zona de confort. Es importante adaptarnos a las necesidades del proyecto y a nuestras limitaciones en cuanto a material, para así conseguir sacar los mejores resultados de todas las formas posibles y acostumbrarnos a distintas rutinas y procesos. Infórmate sobre nuestro Curso de Grabación y Técnicas de Estudio y conviértete en un profesional de la Música.

 

 

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